Antes de empezar este artículo queremos aclarar que nuestra intención no es herir los sentimientos de las mujeres, ya que el título del artículo puede llevar a engaños, pero la realidad es diferente. El único propósito de este artículo es mostrar que las mujeres con cinturas estrechas hacen que los hombres tengan menos problemas de rendimiento, pero todo esto según un estudio científico.
Dicho esto, empezamos este artículo hablando de lo afortunados que somos los seres humanos de disfrutar del sexo, ya que hay otras especies animales que no tienen esa oportunidad, o bien se matan a su pareja nada más acabar la reproducción, Por ejemplo, la viuda negra es una araña cuyo nombre indica el mayor peligro del macho, la propia hembra, que dado que es más grande y hábil que el macho, no tiene problema en tomarlo como alimente después de la reproducción.
Pero los seres humanos somos bien distintos, y hemos superado las limitaciones que la propia sociedad nos impuso a través de las religiones, para ser totalmente libres de tomar decisiones con nuestro cuerpo. Lo que implica disfrutar del sexo en su máxima exponencia, disfrutando de los placeres corporales.
Existen otros placeres de los que tanto hombres como mujeres disfrutamos, a veces en exceso. La comida es uno de esos placeres que no nos han enseñado a controlar, ya que continuamente caemos en la tentación de ingerir alimentos cuyas calorías no necesitamos, lo que nos provoca sobrepeso. Aunque hay casos extremos en los que por una serie de desórdenes mentales se utiliza la comida como medio para huir del estrés, llegando a causar obesidad mórbida.
Por suerte, estas situaciones tienen remedio gracias a las cirugías y tratamientos dirigidos a remediar estos problemas de salud. En este sentido destaca la Clínica Imos, situada en Albacete, ya que además de estar compuesto por profesionales con una larga trayectoria en el tratamiento de pacientes con obesidad, ofrecen un seguimiento psicológico a sus pacientes para que se acostumbren a los cambios.
Centrándonos en el tema del artículo, un estudio procedente de Escocia, examinó a parejas con diferentes morfologías, estableciendo que las mujeres con caderas más estrechas tenían más placer junto con su pareja. Este artículo muestra una visión de la realidad, pero no tiene porque ser la única.
Un estudio así lo confirma
Atrae a los hombres, es objeto de deseo para las mujeres y señal de bajo riesgo cardiovascular para los médicos. Te estoy hablando de la cintura estrecha. Hace ya meses, un estudio escocés añadía otra «propiedad» a los cuerpos reloj de arena: cuanto más fina la cintura femenina, menos probabilidades de que el hombre tenga un fallo de erección (el temido «gatillazo»).
«La relación tiene sentido en términos de supervivencia de la especie, esa pulsión tan firmemente inscrita en nuestros genes», explican los expertos. «La obesidad, y sobre todo la abdominal, aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedad coronaria e ictus, entre otros problemas de salud, y eso supone un peligro a la hora de asegurar la descendencia».
Para valorar la función sexual de los hombres, los investigadores utilizaron el Índice Internacional de Función Eréctil. A la vez, vieron con cuánta frecuencia tenían relaciones sexuales los participantes (700 hombres checos de entre 35 y 65 años). Aunque a nadie extrañó que los que menos problemas de «rendimiento» tenían fueran los hombres jóvenes con parejas jóvenes, sí sorprendió ver que también rendían más y mejor los hombres cuya pareja femenina -cualquiera que fuera su edad- tenía la cintura estrecha. «Incluso, estos eran los más satisfechos sexualmente», aclaran los investigadores.
Además de influir negativamente en el rendimiento masculino, la grasa abdominal tiene otro efecto en la mujer: reduce el propio deseo a nivel hormonal. «Hay que decir que los hombres tampoco se libran de los efectos nocivos de la obesidad abdominal», insisten en aclarar los expertos. «Cuanto mayor la barriga, menor su satisfacción sexual». Son «amigas íntimas» de la obesidad abdominal las harinas refinadas, los azúcares añadidos, las grasas trans, el alcohol y el sedentarismo.
Sin embargo, no hace falta que pases hambre para reducir cintura. Solo tienes que aumentar la proporción de alimentos frescos, reducir al máximo la de alimentos procesados y salir a caminar, bailar, nadar o hacer el deporte que más te guste.