Las parejas solemos tener momentos de altos y bajos, algo que si uno lo piensa es completamente normal. En mi caso llevamos desde los 16 años y ahora pasamos de los 30 y tenemos hijos, por lo que es normal que el trabajo, las tareas de la casa o los niños hagan que no se vivan las cosas con la pasión que antes.
Una sorpresa para mantener la magia
Lo normal de muchas parejas, aunque de puertas para afuera todos seamos apasionadísimos. La realidad es otra, pero también tiene que haber momentos en los que intentar dar un chispazo para que, aunque lógicamente no tengamos la pasión irrefrenable de unos adolescentes, sí que ocurran cositas…
El caso es que organicé una sorpresa a mi mujer y reservé un fin de semana en el hotel Mercer de Barcelona. Estamos hablando de un hotel de 5 estrellas que se inauguró en 2012. Vamos todo un lujo con el qué, sin duda, sorprendí a mi pareja. Este es uno de los mejores hoteles de Barcelona y está además situado en el centro del Barrio Gótico de Barcelona, que es donde reside el alma de la capital catalana. La verdad es que alucinamos con un diseño en el que se mezcla lo antiguo y lo moderno.
El diseño del hotel lo ha realizado el famoso arquitecto Rafael Moneo, que fuera premio Príncipe de Asturias de las Artes. En este hotel ha mostrado el lógico respeto por la historia y lo ha llevado a su terreno, el arte contemporáneo. En resumen, un hotel elegante donde mi mujer que es una amante del arte disfruto mucho con los detalles.
Yo soy algo menos amante, pero también me impresionó, sobre todo el hall, en el cual se puede ver el Patio de los Naranjos del hotel, que es un patio de luces de cristal por donde entra la luz natural y donde está el restaurante, el gastrobar o el bar de cócteles del hotel. En cuanto al hotel estaba distribuido en 3 plantas, algo que nos encantó, si vas en verano puedes disfrutar de la piscina de la terraza del hotel, con servicio de pool bar incluido.
El hotel ha sido uno de los lugares protagonistas del viaje y donde dimos rienda suelta a la pasión después de una cena mágica en un restaurante del centro. Barcelona tiene muchos sitios que visitar y es ciertamente complicado hacerlo en un fin de semana, pero eso sí, vimos lo suficiente para hacernos una idea de lo que tiene para ofrecer la ciudad.
Nos quedamos alucinados de la cantidad de turistas que poblaban las calles, casi que incluso demasiados. Venimos de Madrid y estamos acostumbrados a ver turistas, pero el número aquí es más grande. Desde las Olimpiadas lo cierto es que Barcelona aumentó mucho el turismo y es un ejemplo de lo bien que puede venir un acontecimiento de este tipo para relanzar la ciudad.
Luego la mayoría de las ciudades no han tenido tanto éxito, pero bueno, también es verdad que Barcelona tiene cosas únicas como Gaudí y la Sagrada Familia, que todavía sigue inacabada, por cierto.
El domingo a mediodía cuando tuvimos que salir nos dio una pereza enorme, pues estuvimos realmente a gusto, pero teníamos que volver y tomar el avión. Nos hemos prometido volver al hotel y a Barcelona para el verano si todo sale bien.
Nos gustaría ir con los niños a la ciudad y visitar más cosas e incluso aprovechar para ver Tarragona. Esperemos que todo salga según lo previsto y podamos pasar de una escapada en Barcelona a unas vacaciones de una semanita para apreciar mejor los encantos de esta gran ciudad.