Todo el mundo le guarda un cariño especial al Carnaval

Si hay una fiesta que nos define a los españoles y las españolas a la perfección, esa es el Carnaval. No cabe la menor duda de que es la que mejor refleja ese estado de alegría en el que vivimos casi siempre, esas ganas de fiesta y esa intención siempre clara de pasarlo en grande. Todas esas personas que nos visitan año tras año son conscientes de que llegan a un sitio en el que la gente tiene muchas ganas de pasarlo bien. Y el Carnaval es esa fiesta en la que todos y todas demostramos precisamente eso, las ganas que tenemos de disfrutar de cada segundo como si fuera el último.

En una información que fue publicada en la página web Spain.info se mencionan cuáles son los mejores carnavales de nuestro país. Los dos primeros que se mencionan son conocidos no solo en nuestro país, sino también en el resto del mundo. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de los carnavales de Cádiz y de Santa Cruz de Tenerife. También se hace referencia a los de Las Palmas de Gran Canaria o Águilas. Y es que, como veis, tenemos una variedad en lo que a Carnaval se refiere que para sí lo quisieran muchos países.

Las ganas de disfrazarnos son muchas y es cierto que, antes de que llegue Carnaval, todavía tenemos por delante Halloween, del que se empezará a hablar en unas semanas. Sin embargo, tenemos la sensación de que en nuestro país es mucho más celebrado el Carnaval. A fin de cuentas, es en él donde se realizan desfiles de todo tipo. Aunque es verdad que Halloween tiene una legión de seguidores, la diversión que garantiza el Carnaval es realmente considerable y hace que la gente prefiera la festividad de febrero o marzo a la del otoño.

Una de las claves para hacer del Carnaval la fiesta preferida de muchos españoles y españolas es el hecho de que hay diversión para cada grupo de edad, lo cual provoca que tanto niños como gente de avanzada edad pueda disfrutar en la medida de sus necesidades y posibilidades. Una de las pruebas que mejor define esta situación es la de la gente que se encarga de vender disfraces. En Carnaval y Mucho Más nos hacen saber que el porcentaje por grupos de edad de su clientela está bastante repartido y que no hay un grupo que domine sobre los demás en cuanto a número.

Además, otra de las cosas que hace posible lo que estamos comentando es que el Carnaval es una fiesta celebrada en todo nuestro territorio, no solo en un territorio concreto. Es evidente que el Carnaval es una de las cosas que más nos une y eso también tiene una influencia muy grande a la hora de hacer posible que la gente le guarde un cariño especial a una celebración como de la que estamos hablando. Ojalá que así siga siendo porque está claro que el Carnaval nos permite olvidar la rutina y disfrutar al máximo de un momento en el que nosotros y nosotras somos las verdaderas protagonistas.

Un oasis en medio del desierto 

La época más dura del año es la que empieza después de la festividad de Reyes (6 de enero) hasta la Semana Santa (que suele llegar a finales de marzo o a principios o mediados de abril). En esa época, casi ninguna comunidad autónoma dispone de alguna fiesta regional. ¿Cuál es la fiesta que se ubica dentro de ese periodo y que nos permite hacer menos larga la espera para disfrutar? El Carnaval. Volvemos a decir lo que indicábamos antes: es lógico que le tengamos cariño a esta fiesta. ¡Como para no tenérselo!

Si, además de todo lo que ya hemos dicho, tenemos en cuenta que el Carnaval es una de las épocas del año que dejan en nuestros pueblos y ciudades una mayor cantidad de dinero. Es evidente que es un periodo en el que la gente sale y en el que quiere gastar. Y eso genera puestos de trabajo y provoca que el dinero llegue a más bolsillos. Eso siempre es bueno para las economías nacionales y permite que las empresas encuentren esa liquidez para poder continuar con su actividad sin la necesidad de verse ahogadas.

Estamos seguros de que va a continuar existiendo un cariño muy especial al Carnaval en el interior de nuestras fronteras. Es algo en lo que coincidimos casi todos los españoles y españolas, con lo difícil que eso resulta en muchos de los asuntos de discusión de nuestro país. El Carnaval es diversión en estado puro, una explosión de alegría de la que no nos tenemos que desprender y que, a buen seguro, nos va a seguir caracterizando ante el mundo.