Hay ciertas palabras en el diccionario que solo con pronunciarlas ya nos trasmiten mal rollo. En mi caso hay una a la que la tengo pánico: dolor. La verdad es que no puedes ponerla en ningún contexto que no sea para algo negativo. Puede ser un dolor físico, entonces ya no hay nada de bueno. Puede ser un dolor mental, y esto es muy duro. La verdad es que nunca he escuchado a nadie que diga eso de “tengo un dolor….” Y lo dijera con una sonrisa. La verdad es que tiene que ser muy chungo (permítanme la expresión) vivir siempre con un dolor.
Por eso, hay que intentar buscar una vida sin dolor. No es fácil, pero ahora mismo los avances tecnológicos lo están permitiendo. Recuerdo a mi pobre abuela Patricia que se murió con mil dolores, pero como mujer rural y dura que era, nunca dijo nada. Ahora por suerte, los avances son tremendos y como hoy vamos a conocer con la clínica Rafael Guerra, todos están al alcance de nuestra mano, porque son económicos, y lo más importante, eficaces. Toma nota porque si eres una de esas personas que padeces dolores, te puede venir muy bien.
Fisioterapia Manual Ortopédica (OMT)
En este caso, como nos indican desde la clínica Rafal Guerra, se trata de un método de valoración y tratamiento de las afecciones neuromusculoesqueléticas. En este caso comprende diferentes técnicas manuales de movilización articular, tejido neural y tejidos blandos, así como programas de ejercicio terapéutico especializado. Esto nos viene muy bien para las personas que tienen problemas relacionados con estructuras musculares , fasciales, articulares y nerviosas. En este caso, es una técnica que se usa por el fisioterapeuta usando sus manos como herramienta. Unas manos sanadoras se podría decir.
Los procedimientos de intervención incluyen un amplio abanico de técnicas entre las que se incluyen la movilización articular lenta, manipulación articular, estiramiento muscular, masaje funcional, movilización del sistema nervioso, estabilización pasiva y estabilización activa y los ejercicios destinados a mejorar la resistencia, la fuerza y la coordinación muscular así como la situación funcional general del paciente.
Osteopatía
Seguro que este término te suena mucho porque en los últimos años se ha puesto muy de moda. En este caso, la osteopatía es una disciplina terapéutica que realiza un diagnóstico funcional a partir del cual utiliza un conjunto de métodos y técnicas que aplicados manualmente sobre los tejidos musculares, articulares, conjuntivos, nerviosos etc. Está muy extendida ahora mismo porque se obtienen de forma directa o refleja, reacciones fisiológicas que equilibran y normalizan las diferentes alteraciones musculares, osteoarticulares, orgánicas y funcionales, mejorando o resolviendo el cuadro clínico e incidiendo especialmente en sus manifestaciones dolorosas. Hay diferentes variedades, pero eso depende del problema que tengamos.
Por ejemplo, la osteopatía estructural, que es la dirigida al sistema musculoesquelético para el tratamiento de cervicalgias, neuralgias, tortícolis. También está la visceral, que es la que está orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, las membranas fibrosas en relación, los músculos, los diferentes planos de deslizamiento entre los órganos, los vasos sanguíneos, los nervios. Y por último, y como más curiosa, la craneal. En este caso, es una técnica que libera y facilita la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra a través de las membranas meníngeas y el papel del líquido cefalorraquídeo. La verdad es que es todo un mundo.
Tratamiento de vértigos, cefaleas, migrañas, sinusitis, otitis, trastornos relacionados con la articulación temporomandibular también pueden ser tratados por estas técnicas.
Maitland
Vamos con alguna técnica que es menos conocida. Por ejemplo la de Maitland. En este caso hablamos de un concepto de terapia manual en el que el examen, la valoración y el tratamiento de los problemas del sistema musculoesquelético son los objetivos primordiales. Con ello se consigue abordar los problemas neuromusculoesqueléticos, creando una hipótesis de diagnostico , basándose en el razonamiento clínico y usando abordajes de tratamiento altamente específicos entre los que se incluyes técnicas manuales , ejercicio físico, y pautas y educación del paciente.
Como has podido comprobar, gracias a los avances ahora mismo se puede vivir una vida sin dolor. Siempre que hablo de este tema me recuerdo de la película de Pedro Almodóvar, de Dolor y Gloria, donde un gran Antonio Banderas creo que plasma muy bien cómo es la vida de una persona que convive con el dolor. La verdad es que no tiene que ser fácil, pero al menos sabemos que hay luz al final del túnel.