Al dentista no solo se va cuando hay dolor

Dental Morante
Detalle de unos dientes que han mejorado tras un tratamiento dental.

Como decimos en el titular de este artículo, al dentista no solamente se va cuando hay dolor. Este tipo de profesionales pueden hacer más por nuestra boca que los tópicos que se relacionan con ellos como arrancar una muela o ponerte un empaste. Los odontólogos son también unos artistas de la estética dental.

¿Cuántas veces hemos envidiado los dientes blancos de los presentadores de la televisión? Aunque nos parezcan muy divinos y creamos que han nacido así de perfectos en todo, no es ni de lejos cierto. Existen trucos para todo este tipo de cosas que mejoran la belleza de la persona, desde el maquillaje hasta la peluquería y por qué no, un buen blanqueamiento dental, ya que una sonrisa radiante hace mucho en el panorama estético. Una forma de comprobar que el blanco de sus dientes no es natural es fijarnos en que muchas veces sólo se han blanqueado los de arriba y los de abajo están amarillos y llenos de manchas. Y creedme, esto no tiene nada que ver con que ellos usen un mejor dentífrico que los demás, sino el resultado se vería en ambas filas dentales.

El blanqueamiento dental al que nos referimos es un proceso cosmético conservador, que ayuda a corregir las alteraciones de color de los dientes, consiguiendo un aclaramiento de los mismos sin apenas efectos secundarios. Las alteraciones del color pueden producirse por pigmentaciones externas o internas, desde problemas con las resistentes manchas al café o incluso también por el tabaco, otro de los grandes elementos dañinos para nuestra boca. Así, diferenciamos dos tipos de blanqueamiento: el externo (sirve para aclarar dientes con pigmentaciones o manchas, así como para aquellos dientes que se presentan oscuros y amarillentos; se realiza en una o en dos sesiones en la clínica con luz fría de plasma y se refuerza con el uso en casa de cubetas con gel blanqueador) y el blanqueamiento interno (indicado para aquellos dientes aislados que se han oscurecido después de un tratamiento endodóntico o bien por infección del nervio).

Como veis es muy sencillo y apenas lleva tiempo. Pero eso sí, debemos tener nosotros también cuidado y evitar consumir bebidas como el vino o el café que tanto manchan los dientes y el tabaco. Especialmente porque el blanqueamiento no siempre lo puede todo, hay manchas que son muy resistentes.

Existen más opciones por las que recurrir al dentista para que deje nuestra boca en perfecto estado. Las carillas de porcelana son otro de los elementos muy comunes en la estética dental y se trata de unos delgados frentes laminados de porcelana, que se adhieren a la superficie externa del diente previamente preparado. El tallado del diente es muy conservador, ya que el grosor que se necesita es mínimo. Las carillas de porcelana son el tratamiento de elección para aquellas personas que tienen unas demandas estéticas de alto nivel.

Las de composite, por su parte, no necesitan una preparación previa del diente, por lo que es un tratamiento reversible y conservador. No se necesita anestesia, ya que solo se va a adherir el material al diente sin necesidad de tallarlo. Es el tratamiento adecuado para corregir dientes con formas irregulares, o para cerrar los espacios negros entre los dientes.

Para este cierre de espacios negros, que se deben a su posición (diastemas) o bien a la pérdida de hueso con la consecuente pérdida de encía, que llevan a la formación de triángulos negros poco estéticos entre los dientes, las clínicas suelen ofrecer tratamientos como el mencionado anteriormente con carillas de composite o de porcelana y la ya cada vez más frecuente ortodoncia invisible.

Para casos ya más complicados en los que el deterioro de la boca es muy visible y tiene que ver con la pérdida de encía (recesión gingival), se pueden hacer injertos utilizando técnicas de microcirugía. Los injertos de encía están indicados en aquellos casos en que los dientes muestran la raíz por encías retraídas. El tratamiento consiste en una intervención quirúrgica con anestesia local utilizando técnicas de microcirugía. En algunos de casos, es necesario tomar encía del grosor del paladar e injertarla en la zona en la que pretendemos cubrir la raíz. Se trata de un acto quirúrgico muy poco traumático con un postoperatorio excelente.

Por último, para los casos de dientes fuera de su lugar, que no solamente son un problema estético sino que pueden tener consecuencias para la salud bucodental, podemos también recurrir a la ortodoncia, que se encarga de corregir las alteraciones en la colocación de los dientes (ortodoncia) y los huesos maxilares (ortopedia) para conseguir una sonrisa perfecta y nos facilitará una mejor higiene y afectará también a una correcta masticación y oclusión.

Este es un tratamiento muy común entre los niños y la edad adecuada para acudir al dentista es alrededor de los siete años. De esta forma se puede, además de ver los problemas del momento, detectar los que quizás se desarrollen en el futuro en relación con el crecimiento de los huesos maxilares. Esto es muy conveniente para aquellos niños que tenga el hábito de chuparse el dedo para dormir, los dientes torcidos, que produzcan ronquidos, que tengan una mala relación de los dientes superiores con los inferiores o presentes el paladar muy profundo o estrecho. En esos casos se puede sospechar que el niño necesitará este tipo de intervención.

Hace años era considerado como uno de los tratamientos más caros, por lo que muchos en su infancia tuvimos que pasar de ella. Ahora los precios no son tan altos e incluso hay muchos más avances, por lo que no debemos tener miedo de hacerlo ya de adultos. Se trata de un tratamiento que no tiene limitaciones por la edad y nos facilitará el cepillado para tener una menor predisposición para desarrollar caries y piorrea.

Debemos perder el miedo a la fealdad de los convencionales brackets o aparatos metálicos, en la actualidad ya los hay cerámicos y transparentes. Son prácticamente imperceptibles. Además, podemos recurrir a la ortodoncia invisible o invisaling, que consta de diferentes férulas transparentes secuenciadas que van corrigiendo la posición de los dientes. Las dos grandes ventajas que presenta son que es transparente, por lo que no se ve, y que además es removible, por lo que podemos retirarla para comer.

Como veis, no hay excusas ya para no tener unos dientes perfectos. Solo nos queda decantarnos por una buena clínica dental como Dental Morante y allí dejar que nos asesoren acerca de qué tratamiento nos conviene más.

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