Como detectar una fuga de agua en la piscina

Que ahora no estemos en época de baño no significa que hayamos que tener que dejar de lado el cuidado de la piscina. Y es que a pesar de lo que se pueda pensar, la piscina puede dar mucho juego en invierno, porque en algunos lugares del sur y del este de España, el tiempo todavía puede permitir algunos baños.

Pero no solo de baños esporádicos hablamos, sino que también se pueden celebrar fiestas cuya temática está relacionada con el baño. Hoy en día existen sistemas muy avanzados para calentar el agua a una temperatura perfecta para el baño, cosa que hasta hace no mucho era difícil de pensar.

Así que puedes imaginarte dando una fiesta en la que la gente sale de la piscina para acudir al lado de una hoguera en la que secarse. Este tipo de fiestas no son comunes, pero si que son inolvidables, sobre todo para personas que no están acostumbradas en invierno, así que no intentes sorprender a alguien del norte de Europa, no vaya a ser que quedes en evidencia.

Por lo tanto, es necesario cuidar de la calidad del agua, y para ello hay que seguir los mismos cuidados que se siguen en los meses de baño. Hay que controlar tanto el pH del agua como el nivel de cloro, y también hay que limpiar los azulejos para que no se acumule suciedad, y por último, no hay que olvidar utilizar anti algas.

Todos estos consejos sirven para cuidar de nuestra piscina, aunque a veces hay situaciones que no controlamos, ya sea por una mala construcción de la misma, o por un suceso externo. Hoy vamos a referirnos a las fugas en la piscina, una situación realmente incómoda, y que en ocasiones puede ser difícil de detectar

La importancia de entender las señales

Una piscina está expuesta a las condiciones climáticas, y por ello puede perder agua. De hecho, en una semana se pueden llegar a perder entre dos o tres centímetros de agua simplemente por estar al contacto con el sol. Este dato lo damos como referencia, de manera que si ves que la piscina pierde más de tres centímetros de agua, puede que estemos ante una fuga.

Para detectar una fuga de agua en la piscina hay que tener paciencia, pues el paso más importante es observar alrededor del área de la piscina. Si encuentras zonas húmedas, hundidas o encharcadas, tendrás una pista de por dónde puede salir el agua. Pero para comprobar que tienes una fuga, tienes que comprobar que existe un descenso considerable del nivel del agua, utilizando cinta americana en los bordes de la piscina, y esperar un día para ver si ha bajado más de un centímetro.

Respecto al tipo de fugas tenemos que tener claro que existen de dos tipos. En primer lugar existen las fugas hidráulicas, que son las producidas en el circuito de filtración y bombeo, de llenado y vaciado de la piscina. Son las más comunes, y representan alrededor del 80% de las fugas. Repararlas supone cambiar ciertas piezas, y es recomendable que realice la reparación un técnico.

El otro tipo de fugas son las estructurales, y estas son las más complejas, porque pueden haber sido provocadas por una mala construcción de la piscina. Son difíciles de localizar, porque pueden estar en los lugares menos inesperados o de difícil acceso. Este tipo de fugas se reparan de dos maneras, reforzando la zona en la que se ha producido la fuga, o rehabilitando la piscina.

La rehabilitación de piscinas la llevan a cabo empresas como Piscinas DTP, que es una empresa capaz de ofrecer servicios de impermeabilización, restyling y reformas, gracias a que son líderes en diseño, fabricación, instalación, distribución y venta de piscinas prefabricadas de poliéster, minerales y Kerapool. Además, es una empresa con más de treinta años de entrega, experiencia y profesionalidad heredara con ilusión por su trabajo.

En conclusión, las piscinas se pueden aprovechar a pesar del frío, pero hay que comprobar su buen estado, así como la inexistencia de fugas.