Las caries, la enfermedad periodontal o los traumatismos dentales, son las principales afecciones bucodentales de la población mundial, advierten desde el Consejo General de Dentistas de España, que cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales de alto nivel entre sus expertos.
Pero además de estas, hay otras enfermedades menos comunes.
Enfermedades bucodentales menos comunes
1. Noma
El noma es una enfermedad necrotizante que afecta a niños de dos a seis años afectados por malnutrición, enfermedades infecciosas y pobreza extrema, cuyos sus sistemas inmunitarios están deprimidos.
El noma es prevalente, sobre todo, en el África subsahariana, si bien se han notificado algunos casos en América Latina y Asia. Esta enfermedad comienza como una lesión de los tejidos blandos (una llaga) de las encías, en la boca. La lesión inicial evoluciona luego y se convierte en gingivitis ulcerosa necrotizante, que progresa rápidamente y destruye los tejidos blandos y, posteriormente, los tejidos duros y la piel de la cara.
En 1998 la OMS estimaba que cada año se producían 140 000 nuevos casos de noma.13 Si no se trata, el noma es mortal en el 90% de los casos. Cuando se lo detecta en una fase temprana, su evolución se puede frenar rápidamente con medidas básicas de higiene, antibióticos y rehabilitación nutricional. La detección precoz ayuda a evitar sufrimiento, discapacidad y defunción. Los supervivientes padecen desfiguración facial grave, tienen dificultades para hablar y comer, sufren estigmatización social, y necesitan cirugía compleja y rehabilitación.13
2. Labio leporino y paladar hendido
El labio leporino y el paladar hendido son trastornos heterogéneos que afectan a los labios y la cavidad bucal, y se presentan independientemente (70%) o como parte de un síndrome que afecta a más de uno de cada 1000 recién nacidos en todo el mundo. Si bien la predisposición genética es un factor importante respecto de las anomalías congénitas, también influyen otros factores de riesgo modificables, tales como la nutrición materna deficiente, el consumo de tabaco, el alcohol y la obesidad durante el embarazo.14 En entornos de bajos ingresos existe una elevada tasa de mortalidad en el periodo neonatal.15 Si el labio leporino y el paladar hendido se tratan debidamente mediante cirugía, es posible la rehabilitación total.
3. Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo más comunes
La mayoría de las enfermedades y trastornos bucodentales comparten factores de riesgo modificables (por ejemplo, el consumo de tabaco y alcohol y las dietas malsanas ricas en azúcares libres) comunes a las cuatro principales enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes).
Además, según informes, la diabetes mellitus estaría vinculada de manera recíproca con el desarrollo y el avance de la periodontitis. Asimismo, existe un vínculo causal entre el consumo elevado de azúcar y la diabetes, la obesidad y la caries dental.
4. nifestaciones bucodentales de la infección por el VIH
Las manifestaciones bucodentales se producen en el 30-80% de las personas infectadas con el VIH,8 aunque con diferencias considerables en función de situaciones tales como la asequibilidad de la terapia antirretrovírica habitual.
Las manifestaciones bucodentales incluyen infecciones fúngicas, bacterianas o virales, entre las que la candidiasis bucal es la más común y suele ser el primer síntoma en las primeras fases de la enfermedad. Las lesiones bucales por el VIH causan dolor, molestias, sequedad de boca, limitaciones para comer, y son una fuente constante de infecciones oportunistas.
La detección precoz de lesiones bucales relacionadas con el VIH se puede utilizar para diagnosticar la infección con ese virus, hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad, predecir el estado inmunitario y, consiguientemente, realizar la intervención terapéutica oportuna. El tratamiento y la gestión de las lesiones bucales por el VIH pueden mejorar considerablemente la salud bucodental, la calidad de vida y el bienestar.
Prevención de las enfermedades bucodentales
- El fomento de una dieta equilibrada:
- pobre en azúcares libres, para prevenir el desarrollo de caries dentales, la pérdida prematura de dientes y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta;
- con una ingesta suficiente de frutas y verduras, que pueden desempeñar una función protectora en la prevención del cáncer bucal;
- la reducción del consumo de tabaco y tabaco sin humo, incluida la mascada de nuez de areca, y el consumo de alcohol, con el fin de minimizar el riesgo de cánceres bucales, periodontopatías y pérdidas de dientes; y
- el fomento del uso de equipo de protección para la práctica de deportes y los desplazamientos en vehículos motorizados, con el fin de reducir el riesgo de traumatismos faciales.