Un plan perfecto para una escapada en pareja: Sevilla

El mes de agosto es el indicado para descansar y para intentar reponer fuerzas de cara a lo que está por venir. Es el ideal para organizar todo tipo de planes, planes que oscilan desde una escapada romántica hasta un viaje con los amigos o los compañeros de trabajo. Cualquier idea es buena y cualquier plan es bienvenido. Agosto es el momento ideal para sacarlos adelante y reforzar de alguna manera nuestros vínculos con todas esas personas que de una manera o de otra tienen un hueco reservado en nuestro corazón.

Vamos a centrarnos en algo en concreto, las escapadas románticas que miles y miles de parejas realizan aprovechando el periodo vacacional en el que nos encontramos. Cada año, encontrar un destino que satisfaga nuestras expectativas es un verdadero reto para todas esas parejas. La oferta es muy variada y las posibilidades, inmensas. Durante los meses previos a las vacaciones se pierden horas y horas en este tipo de acciones. Por eso, pretendemos daos el mejor consejo para próximas ocasiones: visitar la ciudad de Sevilla.

Sevilla es, sin lugar a dudas, una de las maravillas más grandes de las que dispone un país como el nuestro. La capital hispalense es toda una referencia en materia turística debido a su enorme historia y su extraordinaria belleza. La página web de Ticketea, en la sección dedicada a su blog, publicó un artículo en el que se hace referencia a diez cosas que pueden hacerse en un lugar tan mágico como este acompañados de nuestra pareja.

  • La primera opción es la de darse una vuelta por el barrio de Santa Cruz, uno de los más característicos de la ciudad.
  • Visitar el Real Alcázar y perderse por él, una labor que realizan prácticamente todas las personas que visitan Sevilla.
  • Una ruta en bicicleta por el centro de la ciudad, que nos permitirá ver una gran cantidad de lugares de primer nivel turístico en un espacio reducido de tiempo.
  • Una visita guiada a la Catedral de Sevilla, un plan que no puede faltar en ninguno de los recorridos de los turistas que visitan la ciudad.
  • Un picnic en Capote, un plan ideal si lo que se pretende es descansar durante unas horas y disfrutar de la naturaleza.
  • Dedicarle unos minutos a la relajación que es inherente a los baños árabes Aire de Sevilla.
  • Pasear por la Plaza de España, uno de los lugares más indicados para tomar fotos que dejen constancia de nuestra visita por la capital andaluza.
  • Disfrutar del mágico atardecer que proporciona la ciudad en las Setas, un edificio de los más recientes.
  • Salir por la Alameda de Hércules con el objetivo de tomar unas buenas tapas y cañas.
  • Para tomar algo, otra opción a tener en cuenta es la de acudir a la calle Betis, que es una apuesta segura a este respecto.

Sevilla, en definitiva, es una ciudad que resulta atractiva por un montón de razones. Su historia y su belleza son las principales responsables de que cada año la visiten millones de turistas. Porque, muy al contrario de lo que puede llegar a pensarse en algunos casos, Sevilla recibe una gran afluencia de turistas más allá de la Semana Santa o la Feria de Abril. Es algo de lo que han dejado constancia los profesionales del Mercer Sevilla, uno de los hoteles de la ciudad. Sevilla es, por tanto, una ciudad que puede resultar idílica para que las parejas manifiesten y demuestren su mutuo amor.

El Alcázar, una referencia

Hablar de Sevilla es hacerlo de mucho más que de la Giralda o de la Torre del Oro, que parecen haberse erigido en muchas ocasiones como los principales monumentos de la ciudad. En efecto, y según ha publicado la agencia de noticias Europa Press, el Alcázar de Sevilla cerró el año pasado con una cifra cercana a los 1’8 millones de visitantes, un número que ha crecido en un 10% con respecto al año anterior y que deja bien claro que éste es un elemento de primera fila.

Sevilla ha sido, es y será una apuesta segura para organizar algún plan de fin de semana para las parejas. Es una visita que está cargada de una belleza que se asemeja a la belleza que nos transmite la persona con la que queremos compartir la vida. Repetir no sería ninguna sorpresa.