Los viajes en familia están muy bien, poder disfrutar de los niños en vacaciones es maravilloso y si se pueden unir al viaje los abuelos mejor que mejor porque descubrir nuevos lugares y nuevas experiencias toda la familia unida con tres generaciones distintas es un lujo que no todo el mundo puede llegar a vivir. Sin embargo, de vez en cuando, no está nada mal eso de hacer una escapadita en pareja, donde nada ni nade moleste ¿o no?
Estamos pensando en elegir Cantabria como destino vacacional este verano. Probablemente iríamos a un hotel bastante económico que hemos localizado en un pueblecito cercano a la costa e iríamos con nuestros hijos y mis padres. Tres generaciones juntas. Fantástico. Pero antes de eso, mi marido y yo, hemos conseguido cogernos un par de días libres a la vez para poder unirlos a un fin de semana e irnos tres o cuatro días los dos solos y hemos elegido el Cortijo El Sapillo para disfrutar de esta experiencia en pareja.
La idea es tener un poco de calma para nosotros y disfrutar sin el agobio de tener a niños corriendo todo el rato de un lado a otro porque, por mucho que adore a mis hijos, de vez en cuando necesito un descanso de ellos.
Ventajas de viajar en pareja
Dicen que viajar en pareja es la mejor receta para recuperar la pasión, yo no lo tengo tan claro la verdad, pero estoy segura que tiene sus beneficios. El principal es la tranquilidad que vamos a tener esos días pero os puedo asegurar que hay más. Por ejemplo, planificar el viaje, decidir destino, seleccionar actividades… todo eso mejora la comunicación en la pareja, el ponerse de acuerdo y el ceder en algunos aspectos cuando no se está de acuerdo. Esto crea complicidad y además el viaje será diferente, permanecerá en el recuerdo por muchos años.
Las desventajas podrían venir de la mano, precisamente, de la falta de comunicación. Si la pareja se ha estancado y ya no hay manera de sacarla de la rutina, es posible que si viajan solos no sepan cómo divertirse y acaben aburriéndose. No sería de extrañar que volvieran antes a casa en esas condiciones pero lo que hay que hacer para evitar ese problema es ser creativos y pensar que estando solos es el momento ideal para hacer todas esas cosas que en otro momento no podrías hacer.
Puede que incluyo, tras ese viaje, lleguemos a conocernos más aún o que redescubramos cosas del otro que teníamos olvidadas e incluso crearemos nuevos recuerdo juntos, en solitario, algo que hace tiempo que no hacíamos y que a veces viene muy bien, la verdad.
Luego, cuando viajemos con los niños y mis padres, o sin ellos, tendremos tiempo de compartir todo en familia, de reír con ellos e incluso de ellos, porque mi hijo pequeño es un payaso de mucho cuidado, y de disfrutar de esas edades tan tiernas que aún tienen y que pronto perderán, pero el viaje a Albacete es sólo para él y para mí.